sábado, 2 de enero de 2010

CERRADO POR FELICIDAD

No puedo escribir cuando estoy feliz.
Lo he intentado una y otra vez.
Me siento, miro la PC y las palabras no fluyen.
Hace tres meses era tan fàcil....podìa hacer un largo post en solo 10 minutos.
Hoy no me sale.
No hay necesidad de catarsis.
Siempre les dije que escribìa por eso.

“¿cómo se recupera la confianza?” me preguntò hace un par de meses mi prima cuando le contaba en la mesa de un bar que habìa vuelto con N.
-La confianza es un acto de fe. Y la fe surge por algo. No solo por amor. Algùn gesto nuevo que descubriste. Alguna actitud distinta. Tiene mucho que ver con la esperanza. Asì que supongo que la confianza es como una contra prestaciòn. Vos me das una esperanza y yo te retribuyo con confianza. Cuando te enamoras de un desconocido, ¿porque le tenes confianza?. ¿Por qué le brindàs ese contexto mental de “sentir” que lo conoces de toda la vida?. Es por un acto de fe. ¿Y no podes hacer eso con alguien con quien compartiste 25 años de tu vida?. Eso, sumado a entender que todo lo que el otro hace està ìntimamente ligado a lo que vos hiciste o no hiciste. Todo es por algo. Es muy fàcil echarle la culpa al otro, hacer borròn y cuenta nueva. Pero cuando hay una historia tan larga, hay un legado. Hay una querencia. Y eso es un milagro. Y a los milagros hay que cuidarlos.

Pasaron tres meses, ni una sola discusiòn, ni un solo reproche. Redoblamos la apuesta y volvimos a convivir desde hace un mes.
Ya no soy un descasado.
Ahora soy un casado mas.

Todo marcha tan bien que este blog ya no tiene sentido.
Me refiero al sentido de porque lo abrì.
Queda abierto por si a alguien le sirve.

A los que creyeron que esta historia era real, gracias por ese acto de fe.
No se equivocaron, como tampoco yo me equivoquè con N.
Gracias por cada comentario, por cada consejo.
Aunque no seguì casi ninguno me sirvieron para extrapolar la relaciòn.

A los que no creyeron, y pensaron que esto era ficciòn, me animo a decirles que si
salen alguna vez de ese frasco de aceitunas en el que viven, es muy probable que les ocurran situaciones mucho mas “increìbles” (¿?) que las que yo narrè en este espacio.

Hace unos pocos dìas desocupè mi departamento, mudè mis muebles, y al contemplarlo vaciò sentì ese placer de la “prueba superada”.

Hace unos pocos dìas me despedì de mi psiquiatra. Ya no sabìa de que hablarle y en la ùltima sesiòn me la pasè bostezando mientras yo lo escuchaba a èl. Sin duda volverè algùn dìa a la terapia, pero cuando lo necesite.

En la terapia descubrì que tengo varios rasgos de jodido. Y que quiero dejar de tenerlos.

La aventura de vivir con alguien tiene que ver con eso (entre otras cosas).

Los tengo que dejar.

Tengo que seguir construyendo felicidad.