EN EL SUPER

Uno de mis nuevos hábitos como separado es hacer las compras los domingos a la hora de la siesta. Confieso que es un momento donde mas extraño a mi ex. Porque yo era el típico casado que se dedicaba a empujar el carrito, mirar en las góndolas las cosas que nunca comprábamos, espiar mujeres bellas, poner en el carrito boludeces que al llegar a la caja ella se encargaba de descartar, pasear por las herramientas, o por el sector del automovil, o sea: hacer de copiloto siempre.

Ahora pase de ser un acompañante a ser un protagonista. Al principio como todo novato iba con el carrito de acá para allá, sin lista, todo de memoria y claro, tardaba una hora y siempre me olvidaba la mitad de las cosas. Solo fueron un par de veces así, lo juro. Para la tercera compra me hice un listado en el excel de mis compras semanales. Y como siempre compro en el mismo lugar (salvo la carne y pollo que para eso voy a otro super) ordene ese listado por como están organizados los sectores en el super. De este modo hago un circuito con entrada y salida, evitando diez vueltas al pedo. Todo bárbaro. Marche muy orgulloso con el carrito y mi listita, fui pasando por las góndolas y llenando el carrito. Hasta que llegue al sector de limpieza. Ahi me sentí perdido frente a tantos detergentes, jabones, limpiadores.

Conque limpio el piso? por ejemplo. Ella seguramente sin que yo lo percibiera debió haber notado mi cara de desconcierto. Cuando opte después de muchas dudas por un envase de un limpiador de pisos ella me hablo.

_ Yo te recomendaría solo lavandina, eso que te llevas es pura propaganda.

_ Si? Gracias, no tengo mucha experiencia en esto.

Ella sonrío y se le ilumino el rostro. Una mujer hermosa, cabellos negros, ojos marrones grandes y razgados estilo oriental que le daban un toque exótico, un cuerpo que parece de adolescente.

Hablamos un rato y después le pedí consejo sobre un cepillo y una palita. Y nada mas. La cosa quedo ahí porque esto ocurria cuando yo recién estaba separado en junio del 2008 y aunque fuera Salma Hayeck mi cabeza estaba en otra cosa, no en seducir ni en ser seducido. Todo quedo ahi, en un dialogo amable pero corto y cada uno siguiò su camino.

Cuando fueron pasando las semanas y se me fue despertando el indio, me di cuenta que el super es algo mas que un lugar para abastecerse de alimentos. Si se presta la debida atención es fácil darse cuenta quien tiene pareja y quien no. El o la que tiene pareja solo mira las góndolas y hace rápidamente su pedido, y se va lo mas pronto posible. Los que estamos sin pareja, paseamos, no estamos apurados y relojeamos cada candidata que pase frente a nuestros ojos. Miramos el carrito buscando señales de familia o hijos. Si como vos tiene carrito de solo mmmmmmmm después miramos a los ojos y ahí se vera, si hay respuesta o no.

Finalmente el super es otro punto de encuentro mas, donde te puede surgir una cita como en una reunión, en el trabajo, en internet, en la calle, etc.

Asi cada semana que pasaba, le rogaba al destino volver a encontrarme con la morocha de ojos orientales del carrito casi vacio. Mientras tanto consegui algunas citas con otras solteras o separadas con el viejo truco de "que lavandina me recomendas".

Y quiso el destino que después de casi un año me volviera a encontrar a la mujer del consejo de la lavandina. Ella me vio pero rápidamente bajo la vista. Yo mire su carrito y este tenia la identidad de carrito de separada. Así que me acerque y la salude. Es una mujer muy agradable en el trato asi que hablar con ella es muy fácil, los minutos vuelan y de un tema saltas a otro, no se como llegamos a que ella tenia un departamento para alquilar, en el fondo de su casa.
Le pregunte por el precio y en que día y horario podía verlo. Como era domingo me pregunto si no quería verlo esa misma tarde. Me dijo que se llamaba Laura y me dio su celular ademas de su dirección.

Fui a ver el departamento y me gusto. Y así Laura se transformo en mi casera.

Y la historia recién comienza.