CASTILLO DE NAIPES

Estiré mi mano mientras despertaba de un sueño que parecía un coma y pude sentir la suavidad de la piel de ella. Su cuerpo caliente se sentía como una seda en mi mano. La tibieza de su espalda contra mi pecho. Mi vientre pegado contra ella por la humedad de nuestra transpiración.

La claridad se abre por entre las rendijas de las persianas. Quizás sean las diez o mas tarde aún. Al menos puedo calcular la hora. Vamos progresando.

Abrí los ojos y vi su cabello rojo contra mi rostro. Los aparte con dificultad, los efectos del alcohol todavía estaban allí haciendo que mi cabeza pareciera a punto de explotar.

Me estoy preguntando quien es ella o mas bien recordando que hago yo en esa cama.

Estire mas la mano y toque otra pierna, pero en lugar de suavidad encontré vellos y aspereza. Como la pierna de un hombre.

¡De un hombre!

Me incorporé sobresaltado en uno de mis brazos y entonces al verlo recordé todo. El hombre que dormía al otro lado de la colorada, es su marido y ahora al quedar boca arriba comenzó a roncar como un cerdo.

Me senté despacio en la cama, bajé mis piernas, los pies tocaron el suelo que estaba muy frío y mientras buscaba mis medias al borde de la cama comencé a recordar como había llegado hasta esta cama de este matrimonio y porque...

.......


Cuando encendí el botón del contestador se escucho la voz trastornada de N casi gritando:

-¡Ya vas a ver!...¡todo lo que voy a hacer!....me voy a acostar con cada boludo que se me cruce ...y un día le vas a poder decir a tu nueva mujer....¡mirà ahí va la puta de mi ex!

Y luego se cortaba su voz por el pitido anunciando el final de la grabación.

El departamento estaba en penumbras. Yo recién entraba de la calle y solo había encendido la luz de la cocina, pero el resto de los ambientes estaban a oscuras lo que le daba a la grabación un contexto de gravedad magnificado, tanto que se me erizaron los pelos de la nuca.

Conozco a N cuando esta sacada y me preocupé mucho por ella. La llame a su celular pero no me contestò. En la casa no estaba. Me senté junto al teléfono en mi sillón de ejecutivo de cuerina negra para descansar en èl toda mi pesadumbre. Sentía la tensión en mi cuello y en los hombros, ya había tenido un día muy difícil por la morosidad en las cobranzas de mi oficina, y ahora encima esto.

Los días posteriores al encuentro con N que narrara en el post anterior fueron un desastre. N me había sacado de mi eje, y el castillo que yo imaginaba haber construido resultó ser de naipes. Me sentía vacío, culpable por no poder decirle que si, derrotado y fracasado.

Si antes me sentía como si hubiera aprobado un examen ahora lo percibìa como el que va a buscarse en el listado de aprobados, canchero, ganador, buscando la nota alta y se encuentra con que desaprobó.

Llamé a Angélica por teléfono.

Angélica es mi adorada prima, vive en Bahía Blanca (ciudad donde nací y viví hasta casi terminar mi adolescencia) y es como una hermana para mi. Tiene 46 años, dos hijos, un matrimonio de pocos años que fracasó, y una convivencia de 16 años que terminó hace 4, la dejaron con una experiencia profunda sobre el tema, así que es una de mis consejeras de máxima confianza.

-¡Dejate de joder, Carlos!. Hiciste lo correcto. No podes volver con ella después de todo lo que pasò y no es tu culpa. Los duelos son así. Y ya te lo dije una vez y te lo vuelvo a repetir. ¡No fracasaste!. ¡Tuviste una historia de 25 años!..¿cuantas personas pueden sostener eso? ¿en esta época? ¡eso es una hazaña nene!¡Larga el melodrama y se feliz que vos tenes mucho para dar!

Me sentí mejor como cada vez que hablo con ella.

Como una de esas casualidades en las que uno no quiere creer, mi relación con Laura en esos días comenzó a enfriarse. Dejo de venir a visitarme para hablar un rato como hacemos todos los días y estuvimos una semana completa sin tener sexo, una verdadera señal de alarma.

Finalmente decidí visitarla yo y le pregunte que le pasaba

-¿A mi? ¿qué te pasa a vos que estas tan triste?. Evidentemente esta relación te esta complicando la vida, así que es mejor que nos distanciemos, vamos a darnos un tiempo a ver si fluye o no fluye.

-No es esta relación. Ni sos vos. Creo que tengo un bajón y tengo que resolverlo. Pero te necesito. Quiero distraerme, salgamos juntos.

Decirle la verdad hubiera sido para peor, como acelerar mi sentencia.

-Vemos si el sábado hacemos algo juntos. Yo te aviso.

“Vemos...” señal de alternativa, curioso para una relación donde los sábados es “nuestro día” y jamás la pasamos separados en cuatro meses juntos.


Un par de días antes del sábado, me llama mi hija a mi oficina, bien temprano apenas comenzada la jornada y me dice

-Mamá no durmió en casa. Le tiene que haber pasado algo. La llamo al celular y no contesta.

-¿Anoche salió?

-Si salió con un hombre. Pero siempre vuelve a dormir. Jamas se queda.

-Esperemos hasta las diez de la mañana y si no aparece me llamas.

La madre apareció.

Al otro día mi hija me llama para avisarme que va a ir a dormir a mi departamento, algo bastante inusual

-¿Te peleaste con tu madre?
-No, pero me aviso que no va a dormir en casa y no puedo quedarme sola.
-¿Tu madre esta saliendo con un pelado?
-No se papa, yo no ando espiando por la ventana.
-¡No me jodas Laurita!
-No papa, quedate tranquilo que no es un pelado, es un viejo con pelo blanco y bigotes así como los tuyos pero los de el son blancos.

“¿quedate tranquilo?” pensé en sus palabras y comencé a sentirme patético.

Era evidente que N estaba teniendo una relación con alguien. Y que curioso, yo que siempre desee su felicidad, que incluso la ayude a armar su perfil en Match.com para que consiguiera pareja, ahora me sentía fatal.

¡Y lo peor es que yo conozco al tipo!. Por la descripción que hizo mi hija, ya se quien es porque lo conozco. Y creo que eso es peor. Una cosa es que tu ex este saliendo con alguien y vos no sepas quien es. Esa imagen en blanco que no podes construir te impide crear escenas en tu mente o si lo haces, los planos de el están fuera de foco o fuera de plano, como en una película de Lars.

¡Pero si lo conoces no!. Y yo soy un tipo que tiene un complejo Villages en la cabeza y se pasa 10 películas por día en las pantallas del marote. Lo veía a ellos tomados de la manito, o a el haciéndole los mimos que yo le hacía a N y la sangre me hervía. ¡Diosssssss que patético soy, que alguien me dispare!! ¡Y este hijo de puta no tiene códigos!. Alguna vez se dijo mi amigo, hace 20 años claro, pero ahora esta con el ex amor de mi vida. Lo imagino a el sonriendo y estirando el brazo para darme la mano como siempre me saludò y yo rompiéndole los dientes como respuesta.

Otra noche y otra vez tirado en mi sillón de cuerina, en penumbras, con una copa de vino tinto en mis manos intentando comprender en aquella oscuridad el porque de mi sentimiento. Porque un dolor visceral me atravesaba el alma haciéndome sentir contradictorio y estúpido.

Pero...¿a quien le iba a mentir?, no podía evitar sentirlo. Me dije: No, no es porque este teniendo sexo con otro, es porque lo esta haciendo por venganza. Intente buscarle el sentido a mi dolor por ese lado y ahí me cerraba. Por otra parte, en un año de separados más vale que N iba a tener a alguien y dada su belleza, mucho más rápido que yo. ¿Entonces? Si antes no me producía nada imaginarlo ¿porque ahora el hecho de saberlo me destruía?

Saberlo.

Ahora lo sabes. Ahora tenes la certeza. Ni duda, ni suposición, ni sospecha. Ahora lo sabes. Y como duele saberlo.

Entonces me doy cuenta que cuando hice los post sobre las etapas del duelo me falto una, y porque no la había vivido. Y aquí estoy viviéndola. Es la etapa donde no te queda otra que aceptar que a tu ex lo esta disfrutando otro. Sin duda una etapa muy jodida porque nos enfrenta con alguna de nuestras lacras como el ego herido y el egoísmo. Y la contradicciòn mas patética. Yo que deseaba su felicidad ahora estoy sufriendo por eso. Que se me pase pronto todo esto porque me detesto, no me reconozco, ¡y quiero que termine ya!


Nueva llamadita a Angélica, mi primita psicopedagoga.

-Es normal, ¡quedate tranquilo!. Todos lo sentimos. Somos así de jodidos. Es porque no te desprendiste de la idea del derecho de propiedad que tenes sobre ella, la sentiste como parte de vos y ahora definitivamente, ha dejado de ser tuya. En unos días tu cabezota lo va a procesar y vas a estar mejor. Ahora anda a dormir. ¡Te quiero!. ¡Un beso!

Que bueno es que te confirmen lo que uno piensa. Le di las gracias y me sentí mejor.

Y el sábado llego y nada mejor para despejarse la cabeza, y levantar el ànimo que un asadito con gente swinger.

Noche de risas, tragos, intercambio de miradas. Insinuaciones. Coqueteos por doquier.
Escotes, labios sensuales con brillito, rimel al rolete. Carcajadas. La buena onda se esparce como un narcòtico empalagoso. Las feromonas parecen cabalgar. Por fin puedo olvidarme de N y el bigotudo.

La colorada me buscó apenas Laura se aparto de mi. Cuando la carne estuvo lista sobre la mesa se sentó a mi lado. Cuando Laura se dio cuenta de esto, se levanto y fue a sentarse al lado de otro de los maridos de la reunión. Fue muy difícil concentrarme en la carne ya que ella no dejo de rozarme con su pierna y toquetearme por debajo de la mesa.

Después de la cena, Laura me ignoro por completo. Se concentrò en otro de los invitados con el que coqueteaba descaradamente. Podía ver la seducciòn en sus ojos, en su sonrisa, en sus manos, en la cabeza inclinada. Todo lo que la colorada hacia conmigo ella lo hacia con el rubio ese con pinta de mormón americano.

Eran como las 3 de la madrugada cuando Laura me aviso que se iba con él.
-¿Te vas con él? Trate de disimular mi indignaciòn.
-No te pierdas a la colo. Te la recomiendo. Me dijo mientras me daba un beso y se iba.

Me sentí fatal. ¿Que hago yo en esta relación de porquerìa?, me pregunte.

Agenda mental: al llegar a casa pagar el abono de match.com.

Por eso cuando la Colo me pregunto si me quería ir con ella y su marido, mire al esposo buscando su mirada cómplice y la encontré.

Volvi a pensar en N y el bigotudo. En Laura y el americanito.

Entonces dije que si.