jueves, 12 de noviembre de 2009

AMOR PARIDO

Domingo 8 de noviembre.

Todo parece nuevo. Distinto.

“Es porque extrapolaron la relación y la vieron desde otro lugar” me dijo el PSI.

N es la misma y a su vez, no lo es. Tiene cosas distintas y ella dice lo mismo de mi.

Es como un estado ideal porque es como volverse a enamorar pero sin idealizar.

Yo era de los que afirmaban que “nadie cambia”. Ahora aprendí que el dolor te cambia.

Salvo que seas un jodido irrecuperable, te cambia.

Es como dice el tango “primero hay que sufrir para saber amar”, y tanto N como yo jamás habíamos sufrido en nuestra historia.

Este amor es distinto, porque a este lo parimos juntos.

Cada uno sabe cuales fueron los errores que cometió y que promete no repetir ni volver a tolerar en el otro. Ese es el desafío.

Hasta mi casa me resulta extraña. Es como si los seis años que pasé en ella resultaran muy lejanos. Despierto en un sommier nuevo y duro, que N compró cuando inició su relación con G. Extraño mi almohada y el “hundimiento” suave de mi sommier.

Lo único que me resulta familiar, es el hocico frío y húmedo de C, nuestro pastor alemán que me lo entierra en mis costillas buscando las caricias de la mañana. El perro apoya el maxilar en el colchón y baja las orejas mientras lo acaricio. Del otro lado, N se acurruca un poco más en mi axila izquierda para apoyar su cabeza en mi pecho.

Hemos pasado 8 noches consecutivas juntos. N no quiere separarse de mi.

Primero iban a ser las noches del fin de semana. Luego que “solo otra noche mas”. Luego “no te vayas que te extraño”.

Las caricias que parecían prolongarse hasta el amanecer, las pieles pegadas por el sudor, los diálogos nocturnos tratando de ganarle al sueño, todo lo que deseaba recuperar se me concedió y esos ratos que parecían prestados ahora transformaron la esperanza en promesa.

Y así fueron pasando las noches.

Comencé a extrañar mi departamento, mi cama, mi soledad, mi espacio.
El sábado a la noche arreglamos parte de eso, durmiendo en lo que ahora denominamos “la sucursal”, o sea mi departamento. Cambiar de ambiente, me oxigenó un poco.

Esa mañana del domingo le dije a N:
- Necesito extrañarte.
-¿Te estás aburriendo de mi? Me preguntó mirándome con cara de preocupada.
Le estoy siendo sincero, me encanta estar con ella, pero aprendí que el no extrañarnos nunca, el nunca estar separados, fue un error en el pasado.
-Para nada. Pero por el bien de los dos, necesitamos extrañarnos. No reconstruyamos la rutina.
-Ya lo sé, me estoy haciendo la gansa.
-Esta noche volvamos a dormir solos.
Ese domingo pactamos estar solos dos o tres veces por semana.
Y esa noche me estiré en mi cama vacía, volví a sentir el frío de las sábanas, y a dormir en “X” con toda la cama para mí.
Me doy cuenta que hoy, los ratos prestados se han invertido.
Que bueno.

13 comentarios:

  1. me encantó este posteo y coincido totalmente con ese tema de "extrañarse", sobre todo en algo como lo de ustedes que esta comenzando de nuevo

    es como cuando yo hablo de espacios o tiempos propios, esos que uno tiene y que defiende con capa y espada, o por lo menos yo lo hago


    besotes para Ud.

    ResponderEliminar
  2. Me emocionò cada palabra de èste pòstulo,esta escrito con muchìsimo sentimiento y sobre todo AMOR...

    P.D.:Yo todavìa no creo en que las personas cambian,pero sì es posible modificar y acomodar tanto la cancha como los jugadores!! ;)

    TE DEJO UN BESÌN
    Y me alegraste la mañana!!

    ResponderEliminar
  3. Laura: Por suerte N ama los espacios propios y también los defiende a capa y espada. Besotes para Ud también

    Gabu: Lo que se pueden cambiar son actitudes. Haber estado en la piel del otro, sentir el mismo dolor, esas cosas te hacen cambiar.
    Aprender a mirarte desde afuera (con terapia, escribiendo un blog, por ej). Como se dice.."probar de tu propia medicina" si no cambias con eso, sos un jodido sin retorno y terminás en tu propia basura, como cualquier "envase no retornable". Otro besin para vos.

    ResponderEliminar
  4. Muy buena reflexión. Pararse en otro lugar, mirar la vida de uno como si fuera de otro. Y no olvidarse nunca de las sorpresas que da la vida.

    ResponderEliminar
  5. Me parece muy acertada la decisión! espacio para cada uno y extrañar un poco.

    ResponderEliminar
  6. Yo no creo que la gente cambia porque sí. Pero puede ser que cambiando el entorno y las circunstancias, habiendo cambiado algo el otro, indefectiblemente tiene que haber un cambio en esa persona... es como obligado que sea así. También puede ser que lo que viviste vos, lo que se generó, tu amor (que se percibe tanto) y su experiencia fuera de vos, termina sacando lo mejor de ella, o esta persona que parece ser otra, pero es la misma, solo que ahora aflora su mejor yo... Creo que todos somos 50% y 50%... ni buenos ni malos, todo depende de quien y como esté el otro.

    me alegro muchisimo por vos! lo están logrando dia a dia.
    un beso

    ResponderEliminar
  7. Despues de todo sufrir los beneficio a ambos.. eso es lo bueno de las cosas malas de la vida, que se puede sacar algo productivo de ellas.

    Un beso

    ResponderEliminar
  8. Que bueno que puedan recuperar sus espacios, es algo increíble. Loque no mata fortalece y si ambos pueden disfrutar de este nuevo vínculo, seguirá siendo un éxito.! Realemente me algre mucho Carlos, por vos y por N que tambien se despertó y logro recuperarte. Yo si creo en que la gente cambia, todo el tiempo, lo que cuesta es enfrentarse a uno mismo, poder ser sincero y aun asi animarse a hacer el cambio, una vez que el cambio se produce es algo maravilloso descubrir que uno tien el potencial y la energía para imprimirle algo nuevo a la vida todos los días. Besitus y Felicitaciones por el post anterior.. No pude saludarte.

    ResponderEliminar
  9. Estrella: Lo de pararse desde otro lugar lo descubrí escribiendo este blog. Volver a leerse despues de un tiempo (dias, semanas, meses) es un ejercicio encomiable. Luego se amplificó con la terapia. Esas sorpresas que vos mencionas tambien se descubren en tu propio pasado, estaban ahí solo que no las habías visto. Besos

    ResponderEliminar
  10. Luciernaga: Estos aciertos uno los aprende desde la pérdida. Besos

    ResponderEliminar
  11. Ana: No creo que se lo de "cambiar" sea una ley universal. Hay gente que cambia y otra que no, es como que hay gente que nace para estar en pareja y otra que no, o que tiene sentido común y otros no. Tiene que ver con la voluntad, la capacidad de reconocer errores, y a veces por accidentes de la vida. Son muchas circunstancias. Besos

    ResponderEliminar
  12. Pensamientos: A veces es así. Besos

    Claudia: Muy bueno tu punto: el potencial interno, descubrirse a uno mismo que realmente puede hacer el cambio. Besos y gracias!

    ResponderEliminar
  13. Hola,
    venia leyendo todo bien, hasta que lei "necesito extrañarte"
    palabras demasiado dolorosas para mi, pero claro, no es tu culpa


    Espero que este reencuentro con N siga siendo positivo

    ResponderEliminar