sábado, 15 de agosto de 2009

LA PEOR CITA DE MI VIDA

Siempre quise contar esta historia, pero con todos mis dramas con N, y ahora con S, jamas encontrè ni el tiempo, ni las ganas para hacerlo.

Ahora que S me avisa que no podremos comenzar el fin de semana largo aùn y que tengo la noche libre aprovecho para narrarlo.


Una de mis citas por internet fue con C.

Ella me contactó a mí. Recibí su email con su msn. Chateamos un par de veces. Era una mujer con muy buena chispa para el humor, parecía divertida. Me mostró fotos de esas bien de lejos, donde se veía alta, delgada, de piernas muy largas, rubia, muy bonita.

Rápidamente la invite a un bar. No encontramos y era tal como se veía en las fotos pero con diez años más. Igualmente seguía siendo atractiva. Sus ojos verdes eran muy vivaces y tenia ese sentido del humor que la hacia mas que interesante. Charlamos un par de horas y luego nos trasladamos a otro lugar para comer una pizza y beber cervezas.

Al caminar junto a ella le miraba disimuladamente los pechos que se balanceaban al compas del paso que llevabamos, y podia ver el fisico envidiable que tenìa, parecìa una vedette y me sacaba facil una mano en la altura.


Hasta acá una historia muy parecida al primer encuentro con S.
Luego de casi cinco horas la lleve hasta su casa.

Intente besarla al despedirnos pero me encontré con una manito de dedos muy largos sobre mi boca impidiéndome el cometido mientras me decía. “Ahora no. En la próxima”.

La llamé a los pocos días y no me contesto el celular. Le mande un email por si los mensajes no le habían llegado y tampoco respondió. Así que nunca mas volví a llamarla o escribirle.
Pasaron 4 meses y unos pocos días. Para esa época ya estaba en plena relación con Laura. Fue poco después de que el amigo swinger de Laura me regalara la “pastilla”.

Un día recibo una llamada. Me pregunta si me acordaba de ella. Le digo que no. Se describe y ahora la recuerdo. Me dice que me invita a cenar a su casa. Le digo que sí. Estaba en uno de esos días en que Laura no me prestaba mucha atención y volvía a sentirme solitario.

Ese sábado, compre un merlot y bomboncitos helados para el postre.
Toque el timbre y ella atendió.
La persona que me abrió la puerta parecía la hermana de aquella C que yo había conocido 4 meses atrás.
La carita redonda, las mejillas rosadas como una manzanita, una papadita que le daba un aire a rusita campestre.

Pero parecía que la rusita se había bebido toda la reserva de vodka para el invierno y comido todos los jamones guardados en el placard para hacer frente al riguroso frío siberiano.

Tenia unos 15 kilos mas, fácil. Llegué a pensar que estaba en los primeros meses de un embarazo.
Sonreía de oreja a oreja y yo trataba de hacer lo mismo mientras no salía de mi estupor.
Durante la cena no dejaba de pensar “tengo que zafar de esta”.

Quiero aclarar algo para no quedar como un discriminador. No tengo nada contra la gente gorda. Al contrario, mi socia, y sin duda hoy en día mi mejor amiga, es gorda y es un fenómeno. He tenido amigas gordas durante toda mi vida. Siempre admiré el buen humor, la chispa, la sensibilidad y la ternura de una mujer gorda. Pero no me atraen para nada sexualmente. Justamente por eso puedo ser amigo de ellas, porque jamas pasa un pensamiento sexual acerca de ellas, por mi mente.

C me hizo pasar una velada muy agradable. Nos reímos, nos contamos intimidades, el par de horas pasó volando, pero en la medida en que el vino se terminaba y yo de los nervios me devoraba el último bombón helado (prácticamente me comí los 20 solito, por la ansiedad), veía como C comenzaba a mirarme con ojos de deseo. Y yo que seguía pensando “Tengo que inventar algo y zafar de esta”. Pero no se me ocurría nada. No venía preparado para esto.

En un momento C saltó de su silla y se me sentó en las piernas. Sentí todo su peso sobre mis muslos que aplastaban mis piernas hasta casi cortarme la circulación. Me besó rápido, antes que pudiera darme cuenta ya tenia su lengua adentro de mi boca. Intente moverme pero fue imposible. Era una presa fácil para la voracidad de C.

En un momento me di cuenta que sentía unos terribles retorcijones en el vientre, que me hacían sudar frío.
La aparte a C como pude y con desesperación fui hasta el baño. Afortunadamente, C tenia un departamento amplio, y el baño estaba al fondo de un pasillo. Los 20 bombones helados clamaban por su venganza. Eso sumado a los nervios por el ataque sexual de C, hicieron que mi trasero tuviera su propio Pearl Harbor y que los ruidos parecieran salir de un dolby digital del complejo Villages.
Estuve así como 20 minutos. Me dije, fantástico. Entre los ruidos y el olor ahora a C le da asco y acá se termino todo.

Cuando salí del baño estaba pálido y me encontré con C en el pasillo. Se había quitado la ropa y estaba absolutamente desnuda. La mire de arriba abajo y lamente haberlo hecho. Lo que veía no me excitaba en los mas mínimo. Sonreía de oreja a oreja pícaramente y tomándome de la mano me dijo “veni a mi dormitorio”.

Iba a decirle algo pero otra vez tenia su lengua en mi boca. Me tiro sobre la cama y me salto encima, comenzó a aflojarme el cinturón, me bajo la bragueta. Y por supuesto, el amigo no reaccionaba ni a palos, ni ganas tenia de reaccionar. Yo pensé “bueno, ahora se va a dar cuenta de la situación y todo termina acá”.

Pero no, C estaba decidida a resucitar al muerto. Hundió su mata de cabellos rubios entre mis piernas y comenzó a practicarme el sexo oral mas intenso que jamas recibí en mi vida.

Me deje llevar. Normalmente a los hombres nos gusta mirar mientras recibimos el sexo oral. No se porque, quizás para tener algo que recordar. Pero en este caso no quise mirar para no destruir el encanto.
Estaba ahí, con los ojos cerrados, con mis manos en mi frente, concentrándome en el placer que me provocaba esa boca. Pero aún así, mi compañero no reaccionaba.

Entonces recordé que en mi bolsillo tenía la pastilla que el amigo swinger de Laura me había regalado.
Era un Vorst masticable, que si te lo pones debajo de la lengua, en 10 minutos te deja como un tigre.
Metí la mano en el bolsillo y me metí la pastilla en la boca. La disolví debajo de la lengua. Y tal cual lo prometido, en pocos minutos había resucitado el muerto.

C se puso feliz y decidió montarme. Así, sin siquiera terminar de sacarme los pantalones, se me subía encima y comenzó a cabalgarme. Nuevamente sentí semejante peso en mis caderas y en mis piernas y a los pocos minutos el amigo volvió a fallar. La situación me parecía lo menos excitante que me había ocurrido en la vida. Para calmarla, la tome de los pechos y la acosté boca arriba y le hice el mejor sexo oral que pude entre sus gruesos muslos con los que me apretaba las orejas y el cuello hasta sofocarme, por un momento pense que moriría asfixiado practicando un cunnilingus.

Finalmente tuvo un orgasmo y desistió de hacer algo mas.

Nos quedamos tirados en la cama mirando el techo y ella encendió un cigarrillo.
“No estuvo mal” dijo ella mientras yo la miraba perplejo como pensando que hablaba de alguien mas.

Finalmente me fui.

Pero en el auto, en el camino de regreso a mi casa y a pesar del frío, los efectos de la pastilla comenzaron a surgir de la nada. Ahora que ya no estaba con C, tenia una dura reacción que me duro todo el viaje y solo pude calmar con una ducha fría al llegar a casa.

Y así termine la peor noche sexual de mi vida, al menos hasta ahora.

10 comentarios:

  1. Jaja tragicomico para mi gusto.
    El sabor debe haber sido amargo, yo, paso.
    Te confieso que me sorprende que haya minas que se pongan en bolas de esa manera, la presion sin duda da resultado, logro lo que queria y si bien me gusta lograr lo que quiero, en ese ambito jamas haria una cosa asi.

    Cariños

    Magah

    ResponderEliminar
  2. ... :) :) :) jajajaja...me moríiii...No se preocupe mi amigo, hay hombres que aún estando con mujeres de muy buen lomo, el amigo no les reacciona, no les responde. Creo yo, que no pasa por si es gorda, flaca, rellenita u obesa... todo es una cuestión de buena piel, química y de estar en la misma sintonía. Sin esos ingredientes, ni llamando a la flota del ACA, lograrán una firmeza de aquellasssss!!!!
    P.D.: ahora, si hablamos de sexo por sexo, ya es otro tema... Saludetesconcaloretesimuladoyengañosodesdebsas YO Claudia (original) :)

    ResponderEliminar
  3. Por un instante hiciste feliz a una dama caliente.
    Y eso tiene su mérito. . . ya lo creo.
    Anotalo:Te ganaste un pedacito del cielo.
    Quién le quita a ella haber cerrado una fantasía?
    Y sí. Todo vuelve.
    Queda en tu haber una buena fellatio para cuando seas un escracho!!!
    SOS UN GROSSSO. SABELO!

    ResponderEliminar
  4. SIEMPRE HAY UNA PRIMERA VEZ PARA TODO... AL MENOS A VOS TE SALVO LA PASTILLITA...

    MUUUACKSSSS!!!!

    ResponderEliminar
  5. me hiciste reir con ganas te juro, a pesar de lo dramático de la situación para vos...

    sabes, creo que tuviste muchísima suerte, pensaste que habría pasado contigo si ella hubiera sido multiorgásmica?

    Charly, hay que aprender a decir que no
    besote, mañana me doy otra vuelta(bah, luego)

    ResponderEliminar
  6. El gran amor y pasion fue un hombre pasadito en kilos...todavia me gusta y lo quiero mucho...Y te juro que nunca fue impedimento sentir atraccion sexual. Es mas: cambio toda mi estructura mental con respecto al fisico masculino: no me gustan los flacos.

    Hablando de lo q te sucedio..un horror!!..supongo q a uno lo traspasa una situacion asi. Pero bueno, todo se capitaliza.

    Besos!!!

    ResponderEliminar
  7. ufffffffffffff como una mujer no se da cuenta cuando no es no que falta de ver señales!!!

    LO lamento por vos, pero la proxima mejor prepara el celu y que ante la posibilidad de que algo falle que alguien te llame y te diga que hay una emergencia... trucos de los nuevos solteros que dan una segura escapatoria

    jajaj algo se va a pendiendo en esta nueva vida

    besos

    ResponderEliminar
  8. Hola: to creo que a todos nos puede atraer alguien rubio, morocho, flaco, gordo , alto o bajo. Hay personas que te gustan y otras que no, más allá de su aspecto físico. Yo he estado con hombres lindos y feos, y para mí, eso no influye en el deseo o la química, pero tal vez en los hombres sea diferente.
    Las mujeres tenemos a favor que no se nos tiene que parar nada, o sea, pordemos disimular mejor. A mi una vez me pasó no saber decir que no a un hombre con el que estaba todo bien pero no me atraía sexualmente. El resultado fue horrible, él hizo todo bien, pero yo estaba re fría. Desde ese día me juré decir siempre que no cuando no estaba segura. Esa es la moraleja de todo esto me parece, saber decir no, sin herir al otro pero también respetándonos a nosotros mismos.

    ResponderEliminar
  9. Terrible!
    lo que no se puede negar es que ella tenia tenacidad....y iba por lo que quería....nada la dejó a mitad de camino ni la hizo mover un milimetro de lo que se había propuesto!!!!
    Y vos fuiste muy bueno, porque podrias haber reaccionado de otra manera con ella, y sin embargo, la dejaste satisfecha (esperemos! ... "no estuvo mal"!!! para matarla!)
    Todo un caballero.
    terrible la cita!
    un beso

    ResponderEliminar
  10. Respuesta general: 1) Descubrì que acostarse solo por "buena onda" no sirve. 2) Un caballero nunca le dice que no a una dama desnuda 3) el peor error fue comerme todos los bombones 4) No fue dramatico ni traumatico, si totalmente sorpresivo e impredecible y al escribirlo me mate de risa. Besos y abrazos

    ResponderEliminar