jueves, 8 de octubre de 2009

TARDE DE PERROS

Sábado 3 de octubre, 16 hs.

Hay eventos fortuitos que nos afectan, de un modo u otro, de tal manera que luego pensamos que si no hubiera ocurrido, quizás la historia hubiera sido distinta.

Esa tarde del sábado estoy paseando mi perro. Hace calor. Es esa hora en que el barrio esta quieto, los autos no transitan sus calles, y las veredas están desiertas.
Mientras mi pastor alemán camina junto a mi a un ritmo cansino, con la lengua afuera por el esfuerzo del paseo y el calor, voy pensando en que le voy a decir a N.

En realidad pienso si se lo voy a proponer o no. Esa es mi gran duda.

Una decisión que puede cambiar mi vida y la de ella, o no.

Que le diga, como se lo diga, como la mire, como me mire, mis gestos, los gestos de ella, todo eso va a definir nuestro posible encuentro nocturno, en apenas 15 minutos.

Solo falta eso para que ella salga de su trabajo, camine las cinco cuadras que la separan de la casa y yo termine de pasear mi perro.

Estoy muy ensimismado en mis estrategias mentales cuando al pasar por una casa, un niño de unos seis años o quizás menos, abre la puerta de la calle.

Escucho un terrible gruñido, pero ya es tarde.

Un dogo blanco decide atacarnos porque estamos en su territorio.

Por el tamaño, me parece que es una perra.

Uno de mis peores temores se esta cumpliendo. Ya he sufrido tres ataques territoriales de otros perros en los casi siete años que tiene mi perro.

Tengo algo de experiencia en como resolverlo. Pero siempre temí que alguna vez nos pasara esto con un dogo. Un perro cuya fuerza de la mandíbula puede vencer a mi perro y matarlo sin problemas.

Grito –Nene llamá a tu papa!! Mientras intento separar los perros.

Pongo mi cuerpo entre ambos perros. Prefiero que la dogo me muerda a mi, le tiro patadas en la cabeza que no le hacen mella. La perra ni siquiera me mira, sigue atenta a la mirada de mi perro. Comienzo a transpirar y siento mi corazón latiendo a mil. El pulso parece haberse subido a mis sienes. Al ponerme entre los perros cometo un grave error. Ahora mi perro cree que la dogo me quiere atacar y se pone como loco.

Los dos se ponen frente a frente y levantan sus patas, como si fueran caballos. Se sujetan del cuello del otro con las patas delanteras mientras se intentan morder.

No dejo de pensar en la asesina mordida del dogo. Cuando se paran en dos patas aprovecho para tirar mi cuerpo sobre los perros y logro separarlos. Pero la hago peor, me caigo y ahora los perros están libres y sin intermediarios que los separe.
Temiendo lo peor los escucho gruñir y ladrar enfurecidos. No veo sangre en el piso. Por ahora la pelea es una bravuconada, no se lastiman, pero eso puede cambiar en un segundo.

Entonces ocurre un milagro. La dogo de tanto dar vueltas luchando con mi perro, enreda su cuello con los dos metros de cadena gruesa con la que paseo a mi perro.

Aprovecho esa gracia del destino para acercarme al dogo por atrás. Me pongo encima de él pero por detrás, y comienzo a tirar de la cadena para estrangularlo. El perro se retuerce y lucha desesperadamente, pero su cabeza esta hacia delante y yo lo tengo apretado con mis piernas, parado por detrás de él.

La descarga de adrenalina es tan grande que me tiembla todo el cuerpo, pero ahora solo pienso en dominar a la bestia. Lo aprieto con todas mis fuerzas mientras mi perro sigue tratando de morderla..

No aparece el dueño del dogo. No hay nadie en la calle que me ayude. Por un instante pienso que voy a tener que matarlo.

Pero no, siento una voz interna que me dice “ya es suficiente” cuando veo que el perro deja de luchar y caen las patas traseras mientras gime. Se queda quieto y aflojo la cadena. Rápidamente la desenredo y la dogo se escapa corriendo del lugar y se mete otra vez a su casa.

El niño nos sigue mirando. Todo ha durado menos de un par de minutos, pero pareció una eternidad. Reviso a mi perro buscando heridas. No hay sangre en la vereda.
Lo toco por todos lados, buscando alguna herida, pero no. Solo fue un susto.

Nos vamos a nuestra casa. Estamos a solo tres cuadras. Llegamos y N ya está esperándome.

Me ve llegar, pálido, tembloroso, la abrazo y le cuento lo sucedido.

He perdido todas mis estrategias, mis razonamientos calculadores, mis ensayos mentales sobre lo que le iba a decir.

N me sirve algo para tomar.

Ya no tengo miedo de proponérselo y se lo debo en gran parte a los perros.

Entonces la miro a los ojos y le digo

-Quiero que lo intentemos por última vez.

16 comentarios:

  1. Los perros fueron esa excusa furtiva que dispuso el azar para que todas tus defensas quedaran en manos de tu sentir...

    P.D.:Ya sabemos que todo tiene en esta vida un extraño y misterioso "por què",esta vez no le (RE)busques explicaciones,bien vale barajar y dar de nuevo,intentarlo pero sin ases en la manga,sin trampas en las cuales el primero que pueda quedar atrapado sea uno mismo... ;)

    Bien CARLOS!!
    Te deseo de cuore toda la merd

    BESOS REALES

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  2. Mucha suerte...aunque convengamos que la suerte ya fue echada y vos sabes como termino la historia.

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  3. Con toda sinceridad, espero que la respuesta haya sido positiva.
    No me malinterpretes cuando digo que N tiene defectos, todos los tenemos, el tema es la aceptación tanto de los nuestros como los del otro.
    Conocés al dueño de la doga?

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  4. Carlos: Las cosas suceden y cuando suceden son fabulosas, todo en la vida tiene una razon de ser, confio en que si sucede es porque es el momento.. la vida tiene esas particularidades.. Te deseo lo mejor y pase lo que pase, siempre servirá para avanzar y crecer.. Lamento lo del perro, imagino el momento y ya se me pone la piel de gallina.. Que bueno que no haya habido grandes daños, Besote

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  5. carlos tuviste suerte con lo de los perros! es muy peligroso lo q hiciste...
    será una alegoría de tu relación con N?
    esperemos que todo sea para mejor, sea lo que sea...
    besos

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  6. bueno Charly, muchas veces te juro esperé un post como este, si me preguntás el motivo...ni lo sé, intuición dirás, puede ser

    solo voy a decir que algunas cosas caen de maduro, cuando ya está a punto solito se desenvuelve.

    tranquilo, como te digo siempre, seguramente estas haciendole caso a tu cuore...bueno, no te apresures, date tiempo y vivilo lo mas tranquilo que puedas

    mi abrazo para vos y mi beso

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  7. esa!
    estuvo bueno como el hecho fortuito te alejó de un plan mental con palabras ensayadas y te llevó a la espontaneidad.
    Hablando de los dogos, hace muchos años tuve uno, y es cierto lo de las mandíbulas. El mío una vez chocó con un auto, digó chocó y no lo chocaron porque el perro salió ileso pero el auto quedó con una abolladura de la cabeza del perro..

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  8. Gabu: Gracias y beso para vos!

    Irene: Sabes? es muy probable que lo que se viene sea "crónica de un fracaso anunciado" pero ya te digo, no puedo dejar de intentarlo otra vez y aunque fracase y duela, estoy convensido de que igual SIRVE. Tiene un propósito aún en el fracaso. Beso

    La Otra: Si, fue positiva. No conozco al dueño, igual los perros no se lastimaron. Aunque a la doga le debe doler el cuello todavía. Beso

    Rita: Tal cual!

    Claudia: Creo en eso, asi como vos lo escribís y mientras volvía a la casa con el perro sabía cual era el significado de lo que había vivido.
    Los perros salieron sin heridas. Besote

    Luciernaga: En momentos así no podes controlarte y ni sabes lo que haces. Es puro instinto. Besos

    Laura: Gracias! Cuando soy mas mente que corazón es por miedo y los perros me lo sacaron. Beso y abrazo

    ADN: Ja Ja sabes que le di dos patadas en la cabeza a la doga y fue como si nada, ni me miró..ahora que contas eso...todavía me duele el pie jaja. Beso

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  9. Todo está por escribirse...nada está dicho. Supongo que es inicio de ora historia, la de ahora en mas. No tiene porque ser la misma de antes, ni un final anunciado.

    Toda la suerte, y pilas!
    un beso

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  10. Claro q es bueno intentarlo..pero en el caso de las relaciones amorosas todo tiene un limite. Esta bien intentarlo todo en caso laboral, economico o de estudio y no darse por vencido..En cuestiones de pareja, si no te aman no hay caso, uno tiene que poner firmeza...ahi no hay con que darle. Suerte!

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  11. Irene: error de diagnóstico. Besos igual :)

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  12. Ana: vos siempre das en el clavo. A una semana de la vuelta con N, te puedo decir que seguramente serà otra historia distinta, porque N esta distinta, por momentos parece otra mujer. Veremos como sale. Besoss

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  13. ...Habrá que si esto no debió haber sido, ¿por qué le encuentro sentido a que haya una y otra vez?...
    Besos YO Claudia (original) :)

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  14. Guau!
    Siempre temí que pase eso con mi perra!
    Cómo seguirá?
    (tenemos blog para un rato mássssss)
    (Nota: tengo una airedale terrier)

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  15. tintxu: lo ideal serìa pasear el perro con una picanita electrica no? de esas para defensa personal. Y chau peligro. Si, por como viene la mano el blog sigue todavìa.

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